Ya sabemos que educar no es una tarea fácil, por eso hoy quiero dejar un pequeño consejo a mamás y papás, y es que la típica respuesta de “no, porque no” NO es una buena respuesta a la hora de educar.

Supongo que no era lo que esperabas, pero lo cierto es que no deberíamos usar ni esta, ni la famosísima “porque lo digo yo”, cuando les decimos que hagan tal o cual cosa, o que no lo hagan. Tengamos en cuenta lo siguiente: nuestras hijas e hijos están aprendiendo de nosotr@s, somos su espejo y ell@s son esponjas que absorben, interiorizan y luego ¡pum!, lo devuelven como si fuera una pelota.

Que no nos extrañe por tanto, si el día de mañana cuando les pidamos explicaciones, su razonamiento sea: “sí, porque sí” o “no, porque no”.

El no razonamiento sí puede ser válido cuando estén en un momento muy alto de ira o, por lo que sea, no atiendan a razones. Entonces es cuando no debemos perder energías en dar unas explicaciones que, claramente, no van a escuchar. Peeeero, por favor, cuando las cosas estén calmadas (que al final siempre ocurre), que no falte un “escucha, esto es así porque…” y darles una razón coherente.

Como último tip: que no falte “esto lo hacemos por tu bien”, porque solemos dar por sentado que los hijos e hija ya saben que todas las decisiones que tomamos son para ayudarles, pero lo cierto es que el cerebro recoge mucho mejor las cosas que se DICEN con palabras, y no solo las que se deducen a través de actos.

 

Lo que hacemos como adultos, los hijos e hijas lo aprenden como conductas apropiadas.
Debemos ser un buen ejemplo en todo momento y no exigir lo que no hacemos.

Si tu hijo o hija tiene alguna dificultad en el control de impulsos, y/o necesitais unas pautas profesionales, no dudes en contactarme.
Estaré encantada de atenderos y ayudaros en el desarrollo de una comunicación sana, y por tanto, una convivencia sana.

Feliz día, feliz vida.