¿Te preocupa no poder tener el tiempo suficiente para tu hijo o hija? No eres la única persona a la que le ocurre.

Muchos son los papás y mamás a los que veo preocupados por el poco tiempo que tienen para pasar con sus hijos e hijas.

Que si el trabajo, hacer compra, mantener la casa, andar pendiente de todas las tareas, el cuidado de uno mismo… y de los hijos. Y todo ello en un horario cuidadosamente calculado. 

Se angustian porque quisieran pasar más tiempo con sus pequeños, y entonces me preguntan: “Lorena, ¿qué puedo hacer para estar más con ellos?”, y mi respuesta es siempre la misma; no se trata de cantidad, sino de calidad.

Cuando llegues a casa, si tienes tan solo 5 minutos para ellos, aprovéchalos, pero de verdad.

No es lo mismo pasar ese pequeño rato a su lado haciendo cada cual su tarea (sea ver la tele, preparar la cena, hacer los deberes…), que pasarlo COMPARTIENDO el tiempo.

Pequeños cambios hacen grandes diferencias, por ejemplo:

  • Pregúntale qué tal su día. No te limites a preguntar por el cole o si tienen deberes, ve mucho más allá; conoce qué tal su relación con los profes, con los amigos, si ha tenido algún problema y si ha sabido resolverlo, si ha reído o llorado… En definitiva, conoce realmente qué tal ha estado en tu ausencia, te aseguro que, si lo haces de seguido, llegarán a tener preparadas grandes aventuras para contarte a su vuelta.

 

  • Cuéntales sobre ti. Al igual que ellos viven cosas interesantes, tú también lo haces, y contárselo es una manera estupenda de uniros. Cuando les dices qué te ha pasado, o qué has hecho, les haces partícipes de tu vida, les pones “a tu altura”, alguien maduro y mayor y, sobre todo, IMPORTANTE para ti como para compartir tus experiencias (además de poder utilizarlo como forma de aprendizaje). Háblales de la importancia del esfuerzo, de la dedicación, del respeto hacia los otros… aprovecha cualquier ocasión para enseñarles.

 

  • No te quedes mirando, únete al juego. El tiempo de ocio es un espacio sumamente poderoso, en él nuestros niños y niñas dejan volar toda su imaginación, pero, además, pone en práctica muchas otras cualidades como la tolerancia a la frustración, resolución de problemas, capacidad de mejora, atención… en fin, sus posibilidades son innumerables. Pero claro, siempre que sea un juego sano. Ello no incluye si se limitan a jugar a través de una pantalla a algún juego no aconsejable para su edad, o inadecuado para la evolución de sus aptitudes. ¿lo mejor? Juegos MANIPULATIVOS que, además, permiten la conexión real (física y emocional) con otras personas. Al sentarte con ellos a jugar, no solo les llegas a conocer mejor, sino que abres una puerta a la educación lúdica que te permitirá guiar a tu hijo o hija en muchos aspectos, pero además, creas una conexión brutal que ellos traducen en algo así como “con papá y mamá también me lo paso genial, son divertidos y comparten mis gustos”. ¿ves por dónde voy?

 

En definitiva, no debe preocuparte la cantidad de tiempo que puedes dedicar a tus hijos, sino la calidad de ese tiempo. Exprime cada segundo con ellos para quererlos, educarlos, comprenderlos y quererlos, y te aseguro que, para tus hijos, no faltarás nunca.