¿Qué pasa con eso de premiar a los niños y adolescentes con comida?

 

Esta práctica me la encuentro mucho en el día a día de mi trabajo. Es aquello de “si te portas bien esta semana, te dejo que comas pizza” (pizza se puede cambiar por hamburguesa, bollos, etc).

Con esto lo que fomentamos es una clara asociación entre conductas positivas, con emociones positivas y comida, que además, no será muy saludable (todavía no he encontrado a ningún niño que pida brócoli como premio por haberse portado bien XD)

Los papás y mamás, en su afán por tener a sus niños contentos, ceden ante estas prácticas y refuerzan el comportamiento de sus hijos con este tipo de comida.

Cuidado con esto, porque a medio largo plazo podemos instaurar en nuestros peques lo que se conoce como “alimentación emocional”, que este enlace o conexión entre emociones positivas, alivio y comida, de tal forma que ante un evento negativo recurrimos a la comida, porque ya la tenemos asociada a emociones positivas, pues ya desde chiquititos nos lo han enseñado  así en casa.

 

Yo lo que suelo decir a los padres es que más que poner el foco de atención en la propia comida, que al fin y al cabo es un estímulo externo y material, se centren en reforzar las buenas conductas a través de ratos en familia o con amigos en los que se harán actividades súper chulas para pasarlo estupendamente, y además habrá pizza, hamburguesa… pero el premio en sí NO es la comida, sino esos valores de compartir y pasar buenos ratos en compañía.

 

Los valores sociales son mucho más internos y constantes, no dependen tanto de estímulos externos ni materiales, por lo que son mucho más poderosos.

Estos pequeños cambios pueden hacer que la actitud de nuestros peques cambie por completo, tengamoslo en cuenta, por su bien.

 

Espero que te haya servido esta información, puedes contactar con nosotros siempre que quieras a través del formulario de contacto.

 

Y por supuesto… ¡feliz día, feliz vida!